Que puedo hacer yo para combatirlo
Fuente:IDAE
En este gráfico puedes ver cómo se reparte el consumo de energía en una vivienda media (pincha
para ampliar la imagen):
Aquí tienes algunos consejos para ayudar a reducir tus consumos:
- Vivienda
- Electrodomesticos
Electrodomésticos con etiqueta energética
Frigorífico
- Compra frigoríficos con la clase más eficiente.
- Coloca el frigorífico o congelador en un lugar fresco y ventilado. Si está empotrado en un
mueble ventilará peor. Del mismo modo aléjalo de posibles fuentes de calor: radiación solar, horno,
etc. y no introduzcas alimentos calientes: si los dejas enfriar fuera ahorrarás energía.
- Cuando saques un alimento del congelador para consumirlo al día siguiente descongélalo en el
compartimento de descongelados en vez del exterior: aprovecharás el frío al descongelarse.
- Limpia, al menos 1 vez al año, la parte trasera y comprueba que las gomas de las puertas están
en buenas condiciones y permiten un cierre correcto.
- Abre la puerta lo menos posible y descongela antes de que la capa de hielo alcance 3 milímetros
de espesor: ¡conseguirás ahorros de hasta el 30%!
- Ajusta el termostato para mantener una temperatura de 6º C en el compartimento de refrigeración
y de -18º C en el del congelador.
Cocinas y placas de inducción
- Gestiona correctamente los recursos de tu cocina:
- 1º Microondas
- 2º Cocina con olla a presión
- 3º Horno
- A la hora de comprar elige placas de inducción: consumen un 20% menos que las vitrocerámicas
convencionales.
- Procura que el fondo de los recipientes sea ligeramente superior a la zona de cocción para que
no se rebase la llama: aprovecharás al máximo el calor de la cocina.
- Si dispones de una cocina eléctrica, utiliza baterías de cocina y resto de menaje con un fondo
grueso difusor: lograrás una temperatura más homogénea en todo el recipiente.
- Siempre que puedas utiliza ollas a presión super-rápidas (sin apenas pérdidas de vapor durante
la cocción): consumen menos energía y ahorran mucho tiempo.
- Tapa las ollas durante la cocción: ahorrarás un 25% de energía.
- Aprovecha el calor residual de las cocinas eléctricas (excepto las de inducción) apagándolas
unos 5 minutos antes de finalizar el cocinado.
- Por lo general, las cocinas de gas son más eficientes que las eléctricas.
En una placa eléctrica, si utilizamos una olla abierta y con un fondo mal difusor de calor,
mantener en ebullición 1,5 litros de agua, exigiría una potencia de 850 W, frente a los 150 W que
se requerirían con una olla a presión con fondo grueso difusor.
Lavadoras
- Compra lavadoras con la etiqueta energética de clase más eficiente. Busca también en la
etiqueta la clase A de lavado.
- Aprovecha al máximo la capacidad de tu lavadora y procura trabajar siempre a carga
completa.
- Existen en el mercado lavadoras con programas de media carga, que reducen el consumo de forma
apreciable. Además, aquellas que disponen de sonda de agua (miden su suciedad y no la cambian hasta
que no es necesario) reducen en gran medida el consumo de agua y energía.
- Lava siempre que puedas con agua fría o a baja temperatura, y si empleas el centrifugado
gastarás mucha menos energía para secar la ropa que utilizando la secadora. Aprovecha el calor del
sol para secar la ropa.
- Limpia regularmente el filtro de tu lavadora y usa descalcificantes: funcionará mejor y
ahorrarás energía.
- Si dispones de la Tarifa con Discriminación Horaria, aprovecha y emplea la lavadora, así como
el resto de electrodomésticos en las horas de descuento.
- Existen en el mercado lavadoras termoeficientes, con dos tomas de agua independientes: una para
el agua fría y otra para la caliente. De este modo, el agua caliente se toma del circuito de agua
caliente sanitaria, procedente del acumulador de energía solar, calentador o de la caldera de gas o
gasóleo. Gracias a ello, se reduce un 25% el tiempo de lavado y se ahorra energía.
Lavavajillas
- Adquiere lavavajillas con etiquetado energético de clase más eficiente.
- Recuerda: Elige un tamaño de lavavajillas en función de tus necesidades.
- Procura utilizar el lavavajillas cuando esté completamente lleno. A media carga usa los
programas cortos o económicos. Siempre que puedas utiliza programas económicos o de baja
temperatura.
- Retira los restos de comida de la vajilla en seco. Si necesitas aclarar la vajilla antes de
meterla en el lavaplatos, utiliza agua fría.
- Limpia con frecuencia el filtro y revisa los depósitos de sal y abrillantador pues reducen el
consumo de energía en lavado y secado, respectivamente.
Secadoras
- Si te es posible, elige una secadora a gas: ahorrarás energía y dinero. En caso de ser
eléctrica, procura que tengan la clase energética más eficiente.
- Aprovecha al máximo la capacidad de tu secadora y procura trabajar a carga completa.
- Antes de utilizarla, centrifuga previamente la ropa en la lavadora.
- No seques la ropa de algodón y la ropa pesada en las mismas cargas de secado que la ropa ligera
y usa el sensor de humedad para evitar que la ropa se seque en exceso. Otra opción, en caso de
contar con ella, es la de utilizar el programa “punto de planchado” que no llega a secar la ropa
del todo.
- Limpia periódicamente el filtro de la secadora e inspecciona el orificio de ventilación para
asegurarte de que no está obstruido.
Hornos
- Compra hornos de la clase más eficiente.
- No abras innecesariamente el horno. Cada vez que lo haces estás perdiendo un mínimo del 20% de
la energía acumulada en su interior.
- Procura aprovechar al máximo la capacidad del horno y cocina, si es posible de una vez, el
mayor número de alimentos. Además, si lo apagas un poco antes de finalizar la cocción el calor
residual será suficiente para acabar el proceso.
- No precalientes el horno para cocciones superiores a 1 hora.
- Si tienes posibilidad, selecciona hornos de convección: favorecen la distribución uniforme de
calor, ahorran tiempo y, por tanto, gastan menos energía.
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