Ya sean las aguas continentales, aprovechando el ciclo del agua, o en los océanos, aprovechando las corrientes, las olas o los gradientes de temperatura, las masas de agua contienen una gran cantidad de energía.
Gran parte de ella, se debe al efecto de la energía solar sobre las masas de agua. Las corrientes marinas tienen su origen en diferencias de temperatura entre las masas de agua, el ciclo del agua se sucede por los efectos del clima y el oleaje por los del viento, que no es sino un movimiento de masas de aire, debido a las diferencias térmicas que origina la radiación solar sobre la tierra.
El hombre ha sabido aprovechar desde muy antiguo una parte de estas, para facilitarse el trabajo en tareas pesadas, como la molienda, la metalurgia y otras actividades que necesitaban gran cantidad de fuerza motriz..Otras en cambio están comenzándose a utilizar, habiendo gran variedad de propuestas y prototipos en distintas fases de desarrollo.
En cualquier caso, las posibilidades de aprovechamiento energético que nos brinda el agua, son abundantes y prometedoras.
Cuando hablamos de esta fuente de energía renovable debemos diferenciar entre la energía de tipo hidroeléctrica y la energía generada a partir del agua del mar.
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