Introducción

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A diario, nos desplazamos para realizar actividades diversas como trabajar, estudiar, comprar, ver a los amigos, satisfacer las necesidades cotidianas o simplemente disfrutar; resultando esencial y de vital importancia para mantener la independencia.

Los desplazamientos se convierten en una necesidad si nuestras necesidades no pueden satisfacerse en el lugar en el que nos encontramos, de manera que las personas deben decidir qué medios de transporte utilizar. Esas decisiones se basan en la accesibilidad del medio de transporte (infraestructura y coste).

Los hábitos actuales de movilidad en la ciudad se caracterizan por una expansión urbana continua y una dependencia creciente respecto del vehículo privado, produciendo un gran consumo de espacio y energía y unos impactos medioambientales que afectan a la calidad de vida de la población que vive y trabaja en las ciudades.

Estos hechos ponen de manifiesto la necesidad de alcanzar un equilibrio mediante el diseño de estrategias  que contemplen un sistema de transporte urbano bien concebido y menos dependiente de los combustibles fósiles, es decir, una forma de desplazamiento sostenible.

¿Qué es la movilidad sostenible?

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El propósito de la movilidad sostenible es motivar a los ciudadanos a que elijan formas más sostenibles de desplazamiento como, por ejemplo, caminar, ir en bicicleta y utilizar medios de transporte públicos.

Sin embargo, también es preciso crear una ciudad sostenible en la que todos los ciudadanos tengan una alta calidad de vida, con medios de transporte accesibles para los niños, las personas discapacitadas, los colectivos con bajos ingresos y otros colectivos, todos los cuales sufren limitaciones a su movilidad. Por tanto, es necesario elaborar proyectos y medidas de acuerdo con las necesidades de tales colectivos, ante todo haciendo que participen directamente en el proceso de planificación de los sistemas de transporte y de las infraestructuras necesarias.
 

Iniciativas de movilidad sostenible


Para lograr una movilidad sostenible efectiva se tienen que habilitar recursos, implantar medidas y cambiar tendencias, todo lo cual hace necesaria la concienciación e implicación de toda la sociedad y la colaboración entre las diferentes Administraciones para alcanzar soluciones integrales que supongan un cambio en la tendencia.
En este sentido, se han tomado varias iniciativas a nivel estatal, entre otras las que siguen:

Plan de Acción 2005-2007 de la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética en España (E4), del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, que establece los Planes de Movilidad Urbana Sostenible, instrumentos básicos para conseguir una mayor participación de los modos más eficientes de transporte y reducir los impactos asociados.

Plan Nacional de Asignación de Derechos de Emisión (PNA), del Ministerio de Medio Ambiente, contempla actuaciones encaminadas al fomento de modos alternativos de transporte en entornos urbanos para reducir las emisiones.

Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT), del Ministerio de Fomento, propone, de nuevo, el empleo de los Planes de Movilidad Urbana Sostenible como un marco para la actuación integrada de las diferentes administraciones sobre la ciudad para evitar actuaciones sectoriales descoordinadas.

Otra iniciativa surgida como marco de referencia nacional es la Estrategia Española de Movilidad Sostenible, aprobada en 2009 por el Consejo de Ministros.

La estrategia integra los principios y herramientas de coordinación para orientar y dar coherencia a las políticas sectoriales que facilitan una movilidad sostenible y baja en carbono.

Este documento contiene propuestas de actuación a adoptar por las administraciones, empresas, agentes sociales, instituciones y la ciudadanía en general, para propiciar el cambio necesario en el modelo actual de movilidad, haciéndolo más eficiente y sostenible, y con ello contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.

La Estrategia requiere para su implantación de la implicación de todas la administraciones, para lo cual, se contemplan instrumentos de coordinación como: la Red de Ciudades por el Clima, Red de Redes de Desarrollo Local Sostenible, el Consejo Nacional del clima, la Comisión de Coordinación de las Políticas de Cambio Climático y Mesas Sectoriales, el Observatorio de la Movilidad Metropolitana y distintos Foros de la movilidad existentes.


Entre las medidas contempladas, se presta especial atención al fomento de una movilidad alternativa al vehículo privado y el uso de los modos más sostenibles, señalando la necesidad de cuidar las implicaciones de la planificación urbanística en la generación de la movilidad.