Biomasa para generación eléctrica
La biomasa se puede utilizar también para la producción de energía eléctrica y la cogeneración,
producción combinada de electricidad y calor o frío, a partir de biomasas brutas (tal como se
recogen en el campo), pre tratadas por compactación, astillado o molienda, o a partir de biomasa
transformada mediante procesos termoquímicos (syngas mediante gasificación de la biomasa) o
biológicos (biogás de vertedero o fermentación de purines).
Los últimos avances tecnológicos tanto en la maquinaria de cosecha y manejo de la biomasa como
en los procedimientos de transformación, hace disponibles equipos y tecnologías fiables, que
permite acometer proyectos de producción eléctrica con aprovechamiento del calor residual, ya sea
en un proceso industrial o para otros usos como la climatización de edificios.
Para biomasas líquidas (aceites de pirolisis, biodiesel, etc.) o gaseosas (biogás o gas de
síntesis), además de calderas, se pueden emplear tanto motores de combustión interna alternativos
(MCIA) como turbinas de gas. La potencia eléctrica de estos puede variar desde pocos kW hasta
muchos MW.
La producción combinada de calor/frío y electricidad en pequeñas potencias está cobrando auge en
paralelo con el desarrollo tecnológico que permite emplear combustibles sólidos, líquidos o
gaseosos que tienen como origen la biomasa, con una fiabilidad y rendimiento notorios.
Microturbinas de gas, MCIAs especialmente diseñados para biogás, o motores Stirling integrados
en calderas de biomasa, permiten generar electricidad además de calor, en unos rangos de potencia
lo suficientemente pequeños para que se pueden integrar en edificios u otros sistemas consumidores,
de forma técnica y económicamente viable.
Al igual que existe tecnología en el mercado para realizar pequeñas y muy pequeñas
cogeneraciones, también existe equipamiento para emplear calor residual de la cogeneración para
poder producir frío, cuyo destino suele ser la climatización de locales.
A continuación se enumeran los distintos tipos de combustibles procedentes de la biomasa
utilizados para generación eléctrica:
- Cultivos energéticos de origen agrícola o forestal, producidos para fines energéticos mediante
actividades de cultivo, cosecha y/o procesado de materias primas recolectadas. Se consideran
cultivos energéticos forestales a la biomasa procedente del aprovechamiento principal de masas
forestales y acorde con la definición de cultivo energético dada en este apartado.
- Residuos generados en la limpieza y mantenimiento de jardines y residuos de la actividad
agrícola originada en las actividades de producción, cosecha y procesado de materias primas, es
decir, residuos herbáceos como la paja de cercal y residuos hortícolas, residuos de frutos secos
(cáscaras), residuos de arroz, algodón, girasol, legumbres y residuos procedentes de podas (olivar,
viñedo, frutales).
- Residuos de aprovechamientos selvícolas de masas forestales, y la biomasa generada en las
labores de mantenimiento de espacios verdes, restos de desbroce, piñas,...
- Biogás de vertedero.
- Biogás procedente de digestores empleando residuos ganaderos, agrícolas y las respectivas
industrias en las que se use la digestión anaerobia individualmente y en co-digestión, es decir,
purines, estiércol, residuos agrícolas o excedentes de cosechas, etc., bien individualmente o
mezclados.
- Estiércoles mediante combustión y biocombustibles líquidos y sub-productos derivados de su
proceso productivo.
- Residuos de la industria del sector agrícola. Aquí se incluyen:
- orujos, alperujos, procedentes de la producción de aceite de oliva y de la producción de
aceitunas
- residuos de la extracción de aceites de semillas (girasol, colza, soja);
- residuos de las industrias vinícolas y de alcoholeras;
- residuos de conserveras como tomate y otras hortalizas, pescado;
- residuos de la fabricación de cervezas y maltas;
- cáscaras de frutos secos;
- residuos de la industria de producción de arroz;
- residuos procedentes del procesado de algas;
- otros residuos agroindustriales.
- Residuos de las industrias forestales de primera y segunda transformación. Como primera
transformación se considera el aserrado, producción de chapa, tableros de contrachapado, de fibras,
de partículas, listones y pasta de papel. Segunda transformación se refiere a industria del mueble,
puertas y carpinterías. Los residuos de estas industrias son cortezas, serrines, recortes,
astillas, virutas, polvo de lijado, restos de tablero, etc., así como los que proceden de la
recuperación de materiales lignocelulósicos (envases, palets, muebles, madera de derribo,
etc.).
- Licor negro de industria papelera.
- Enlaces relacionados
- UNESA