Biomasa para calefacción

Tradicionalmente, antes de la introducción y generalización del uso de los combustibles fósiles (carbón, gasóleo y gas) se utilizaba biomasa para la calefacción de edificios. La leña recogida en el bosque, para quemarla en chimeneas abiertas, estufas y cocinas calefactoras, donde se podía aprovechar el calor de la combustión para cocinar, hornear, calentar la estancia, y calentar agua para ACS y en algunos casos para enviar a radiadores en otros puntos de la vivienda. La eficiencia de estos sistemas estaba condicionada al diseño de cada instalación individual, la chimenea y la pericia del usuario. Se trataba de sistemas sencillos, que en algunos casos tenían diseños muy pensados: p.e. los fogones de las casas tradicionales cántabras, estaban rellenos de ladrillos, arena, piedra, para constituir un bloque macizo de inercia térmica, que una vez apagada la cocina, mantenían un cierto tiempo el calor.

Imagen Esquema de funcionamiento de una central de distrito

La biomasa utilizada para calefacción en la actualidad, sin embargo, tiene el mismo origen y principio de funcionamiento, pero debe cumplir los requisitos de cualquier instalación actual de calefacción, ofrecer el mismo grado de confort, automatización y eficiencia con la mejora de utilizar un combustible renovable, neutro en CO2 y con posibilidad de producción local.

Las calderas de biomasa son similares a las de gasóleo, pero algo más voluminosas. De la misma manera, el volumen del combustible también es mayor. Estas calderas producen cenizas, dependiendo del combustible entre el 0,5% y el 2% del combustible quemado. Estas cenizas se pueden utilizar como abono, o gestionar como un residuo doméstico.

La inversión inicial es algo mayor, pero el ahorro en el combustible permite amortizar rápidamente el incremento en la inversión inicial. Además existen subvenciones para promover su instalación.   

Existen calderas de biomasa de distintos tamaños (potencias) y combustibles según el uso y las necesidades del usuario en la instalación:

  • Estufas, normalmente de pellets o leña, que calientan una única estancia y normalmente actúan simultáneamente como elementos decorativos
  • Calderas de pequeña potencia para viviendas unifamiliares o construcciones de tamaño reducido. Las hay más o menos automáticas para leña, pellets, astillas y distintos triturados, poli combustibles. Hay incluso calderas de condensación y micro cogeneración (generan electricidad y calor para calefacción).
  • Centrales térmicas que calientan varios edificios o instalaciones/ grupo de viviendas (district heating o calefacción de distrito).
  • Calderas diseñadas para un bloque o edificio de viviendas, que actúan como  calefacción centralizada

Pellets

Los pellets son pequeños cilindros de madera comprimida y en estado natural. Se fabrican  a partir de serrin o viruta de aserradero o carpinteria de macizo, no de corteza, o restos de desbroce,sin aditivos, con un tamaño de 6 mm de diámetro y 10-30 mm de largo. Presentan un poder calorífico de 5 KWh/ kg.  aproximadamente, un contenido en cenizas menor de  0,5%, humedad menor del  10% y una densidad minima de 650 kg/m³. Para proporcionar la misma cantidad de calor que un litro de gasoleo o 1 m3 de gas necesitamos aproximadamente 2 kg de pellet. Es decir que un metro cúbico de pellet de madera genera el mismo calor que 320 litros de gasoleo.

Este formato granulado hace que se pueda dosificar, automátizar y manejar de la misma manera que hacemos con combustibles liquidos o gaseosos, constituyendo un importante avance en el concepto de biomasa como combustible que hasta ahora conociamos. Asimismo, al ser un formato más compacto que la leña y la madera, se reduce el espacio necesario para almacenar y el volumen de transporte en su distribución, con el consiguiente ahorro en emisiones de CO2. 

En Cantabria ya existen proveedores de pellets, así como empresas instaladoras formadas en instalaciones de biomasa y servicios técnicos especializados.

Imagen Ejemplos de distintos tipos de biocombustibles sólidos

  

  

  

  

El desarrollo del mercado de la biomasa ha permitido que en la actualidad exista una gran variedad de biocombustibles sólidos susceptibles de ser utilizados en sistemas de climatización de edificios. De entre todos ellos, los tipos de biomasa comerciales empleados comúnmente para sistemas de calefacción son:    

  • Pellets, producidos de forma industrial
  • Astillas, provenientes de las industrias de la primera y segunda transformación de la madera o de tratamientos silvícolas y forestales (podas, clareos, cultivos energéticos leñosos, etc.).
  • Residuos agroindustriales, como los huesos de aceituna, cáscaras de frutos secos, almendra, piña, etc.
  • Leña, que puede producirla el propio usuario u obtenerse en el mercado. 
     
     

    PCI b.h. [kJ/kg]

    Humedad b.h. [%]

    Pellets

    17.000 – 19.000

    < 15

    Astillas

    10.000 – 16.000

    < 40

    Hueso de aceituna

    18.000 – 19.000

    7 - 12

    Cáscara de frutos secos

    16.000 – 19.000

    8 - 15

    Leña

    14.400 – 16.200

    < 20

    Briquetas

    17.000 – 19.000

    < 20

Ejemplos de instalaciones de biomasa en el municipio de Santander

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Ejemplo vivienda unifamiliar 180 m2 en Puente Arce
 

Cambio caldera gasoil por caldera de pellets 25 kW, silo 3,2 Ton pellets. Instalación existente con radiadores y depósito ACS 200l
Consumo anual 4 Ton pellet que sustituyen 2000l gasoil.

  

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Ejemplo de instalación centralizada para edificio de viviendas

 

Edificio de 16 apartamentos, 2000 m2 de superficie de calefacción en total. Renovación de caldera de carbón y carbonera por una caldera de pellet de 112 kW y silo de almacenamiento para pellet.

  

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Ejemplo de instalación en edificio de uso público

 

Complejo Jesús Otero: Albergue de Peregrinos, Museo Jesús Otero, Biblioteca Municipal y sala de exposiciones de Santillana del Mar.

Este centro multiusos de 600 m2, sustituyó su sistema de calefacción de acumuladores eléctricos por una caldera de pellets y radiadores. La instalación tiene un silo de obra para 5 Toneladas con un consumo anual de 10 toneladas de pellets.

 

Y recuerda...

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  • Es posible utilizar biomasa para calentar mi casa, tanto si es una vivienda individual, como si es una comunidad de vecinos
  • La biomasa es renovable y puedo cumplir con ella la instalación obligatoria del CTE *
  • Produciendo la misma cantidad de energía, el pellet es más barato que el resto de los combustibles convencionales como el gas o el gasoil.
  • No necesita modificar su instalación interior de calefacción. Compatible con sus radiadores o suelo
  • Suministro asegurado, actualmente en Cantabria existe una red de distribución de alta calidad tanto en servicio como en  producto.
  • Es un combustible de producción regional. Contribuye al autoabastecimiento energético.
  • La madera es neutra en emisiones de CO2.
  • Además de las subvenciones regionales, el IDAE tiene un programa específico de financiación para Instalaciones Solares a través de empresas adheridas: BIOMCASA

*CTE :Código Técnico de la Edificación